28.5.12

HA PASADO UN AÑO Y LAS COSAS ESTÁN PEOR.

Desde las últimas lecciones a Junta de Gobierno y Junta de Representantes ha pasado ya un año.

Los arquitectos nos debatimos en el marco de una caída brutal de la actividad profesional: falta de trabajo, reducción del nivel de honorarios, impagos, dificultades para acceder a la escasa contratación pública. Aún así se nos sigue convocando por las administraciones a que compitamos más, como si no hubiera un límite mínimo razonable para nuestras remuneraciones.

El Colegio afronta una herencia de la gestión de las Juntas anteriores plagada de problemas: una deuda de 13.000.000 euros; una nueva sede cara de mantener y que nos sobra por los cuatro costados; una plantilla sobredimensionada.

Los ingresos colegiales por visado no dejan de caer, mientras que las elevadas cuotas ordinarias han expulsado ya a 2.000 compañeros e impiden el acceso a los recién titulados. Cada vez somos menos.

En cuanto al ámbito en el que se ejerce nuestra función social, las cosas no están mejor. El estallido de la burbuja de precios de la vivienda ha arrastrado a buena parte de la economía española y regado el territorio de promociones abortadas. Las administraciones siguen sin tener una política de vivienda digna de ese nombre.

A cambio nos brindan la reducción de cesiones de suelo en nuevos desarrollos, la edificación en zonas protegidas, la ocupación comercial de los espacios públicos o iniciativas urbanísticas discutibles.

La gestión de la Junta de Gobierno se orienta a resolver los problemas de la pesada herencia que ha recibido: reducir costos, obtener recursos para pagar las deudas, rentabilizar espacios vacíos.
En eso se va una parte no menor del esfuerzo. Otra, en anudar lazos del Colegio con administraciones y empresas; como si hiciera falta explicarles quienes somos, como si la arquitectura y el Colegio se hubieran inventado el Mayo pasado.
Por su parte la Junta de Representantes, encorsetada, se atiene forzosamente al mismo guión.

Pero se queda en el tintero lo que de verdad importa y más nos preocupa a los arquitectos:

- Encontrar nuevas fuentes, ocasiones y nichos de trabajo; abrir cauces para exportar servicios de arquitectura y urbanismo; facilitar, cuando se produzca, la emigración en buenas condiciones de jóvenes y menos jóvenes.
- Defender la adecuada remuneración de los arquitectos, sean autónomos o asalariados; el mejor reparto de la contrata pública; el pago en plazo de los servicios.
- Recuperar a los que se han descolegiado y colegiar a los nuevos.
- Reclamar políticas urbanísticas y de vivienda al servicio de la sociedad y alejada de aventuras especulativas.

Sin estas cosas, el Colegio se mira el ombligo creyendo que si resuelve sus propios problemas, las cosas van bien. Pero acaso puede irle bien al COAM si le va mal a los arquitectos y a la sociedad ?

18.5.12

LEY DE TRANSPARENCIA PARA LOS COLEGIOS PROFESIONALES

El Gobierno ha decidido modificar su borrador inicial e incluir entre las instituciones sujetas a la Ley de Transparencia a los Colegios Profesionales.

En procoam nos es muy grato constatarlo, ya que nos encargamos de presentar una propuesta en ese sentido durante el plazo de alegaciones, tomando como base uno de nuestros puntos programáticos.

Creemos que es una buena noticia y esperamos que el COAM, una vez aprobada la Ley, apure los plazos para su puesta en vigor.

15.5.12

LO QUE CADA GRUPO HACE EN LA JUNTA DE REPRESENTANTES.

Si has votado en las elecciones pasadas (y aunque no lo hayas hecho), puede que te guste saber qué hacen los Representantes cuando se reúnen.
Aquí tienes las Actas de las últimas dos Juntas:
Verás las propuestas de procoam, quien las apoyó y quién no. Y porqué. Bueno, también verás que la mayor parte de las veces ni se molestaron en explicarlo; y que unas cuantas nos pidieron que nos dejáramos de molestar: puro rodillo.
También verás las propuestas de la Junta de Gobierno y de los otros grupos. Luego que no digan “yo no he sido”.
Si no tienes nada mejor que hacer, pasarás un buen rato.

VIVIR A COSTA DEL COLEGIO.
Los años pasados no han sido ejemplares. Demasiadas veces compañeros con responsabilidades en los órganos colegiales han sido al mismo tiempo adjudicatarios - a dedo - de importantes encargos rentados por parte del COAM o la Fundación. Es indispensable que tengamos una norma de contratación y de incompatibilidades.
Nosotros proponemos que el COAM y la Fundación se sometan voluntariamente a los criterios de la Ley de Contratos del Sector Público. Así las contrataciones se deberán realizar siempre mediante concursos abiertos entre colegiados. A la vez los cargos electos, sus empresas y allegados quedarán incursos en la prohibición de contratar.

UNA CONTRATACIÓN PÚBLICA MÁS EQUITATIVA.
Ya hay administraciones públicas que limitan la repetición de encargos a los mismos equipos, incrementan su dimensión mínima, promueven la inclusión de titulados recientes entre los adjudicatarios y aceptan la experiencia demostrable hasta diez años en vez de hasta tres.
Que haya más oportunidades de trabajo para los arquitectos es posible. La cantidad de profesionales que asumen un encargo, sea de forma libre o asalariada, ha de ser proporcional a su envergadura. Para hacer trabajos de arquitecto solo se ha de contratar a arquitectos.  Aunque la crisis te haya dejado sin trabajo sigues siendo fiable.

BUSCAR TRABAJO FUERA.
Hace falta que el COAM se ponga de una vez como prioridad lo que es prioritario para los colegiados: conseguir trabajo. Todo lo demás es menos importante.
Y en ello una pieza no menor es encontrarlo más allá de las fronteras madrileñas. La acción internacional del Colegio debe ser estratégica y desarrollada con energía y sin pausas.
Nada de eso sucede de momento. Por eso sugerimos a la Junta de Gobierno que convoque a la brevedad a la Comisión de Asuntos Internacionales y que la dote de suficientes medios de actuación. Su objetivo: encontrar nichos de trabajo para el excelente colectivo profesional que el COAM representa.