UNA PROFESIÓN EN PARO

No hace falta abundar en ello, lo sabemos de sobra: los arquitectos no tenemos trabajo. Y sin trabajo nos extinguimos como profesionales.

Puede hacer algo el COAM para ayudarnos?
Nosotros creemos que si y también que es su obligación.

Por eso van aquí algunas propuestas de procoam:

-         Proyecto y dirección de obra no es lo único que sabemos hacer. El COAM puede difundir a través de los medios especializados, y reiteradamente, todas aquellas competencias que se derivan de nuestra formación como arquitectos. Tanto las tradicionales como las que no lo son.

-         Hay en muchos sitios abundante trabajo para arquitectos fuera de España. El COAM puede dirigirse directamente a todas las empresas españolas que actúan en el extranjero poniendo a su disposición nuestras Bolsa de Trabajo y Bolsa de Empleo.

-      Numerosas instituciones internacionales demandan servicios profesionales. Otro tanto sucede con entidades gubernamentales en países con déficit de profesionales cualificados. El COAM ha de tomar contacto con unas y con otras para vehiculizar la posible incorporación de arquitectos madrileños a sus servicios técnicos.

-       Los obstáculos innecesarios excluyen a la mayoría de los profesionales. El COAM debe reclamar que en las adjudicaciones de encargos públicos las administraciones madrileñas eviten exigencias desmesuradas de solvencia; en particular las que se ciñen a los tres últimos años.

-         La concentración de encargos es pésima cuando son muchos los que carecen de ellos. La escasa contratación pública debe facilitar el acceso a los mismos de la mayor cantidad de profesionales por cuenta propia y también por cuenta ajena definiendo la composición mínima de los equipos.

-         Se puede potenciar y difundir la existencia de nuestras Bolsas de Trabajo y Empleo. Dotarlas de una reglamentación actualizada, buena gestión y transparencia. El COAM debe dar ejemplo acudiendo a ellas siempre que pueda en sus propias contrataciones.

Nuestro deseo es que todos los que actúan con responsabilidades en el COAM o que quieran hacerlo aporten su esfuerzo e ideas. Para ello proponemos la creación de una Comisión asesora cuya misión ha de ser trabajar en todo aquello que conduzca a encontrar nuevas fuentes de trabajo y a ampliar las existentes.

Puesto que está en peligro el principal patrimonio arquitectónico madrileño: sus arquitectos.

LOS DESASTRES DE LA NUEVA SEDE

 El edificio que el COAM se ha construido no nos llena de orgullo.

Empecemos por el grave error de tomar la decisión de abandonar Barquillo precisamente en vísperas de crisis. Muy diferentes serían hoy las cuentas COAM si siguiéramos allí. Tampoco sería necesario dedicar tres cuartas partes del tiempo de la Junta de Gobierno a buscar la forma de alquilar los espacios vacíos para realizar eventos.

No es un edificio que podamos exhibir como ejemplo de arquitectura sostenible, por decirlo suavemente. La prueba es que nadie se atreve a encargar una Certificación Energética por temor al resultado. Hay espacios que son literalmente inhabitables y la factura de consumos en climatización es un secreto celosamente guardado.

La penuria presupuestaria ha dejado la Nueva Sede a medias. Falta acondicionar espacios, instalar ascensores y montacargas, aseos, realizar la distribución de algunas plantas, acondicionarlas térmicamente. Falta adecuar a la normativa los aforos y la naturaleza del aparcamiento para su explotación. Hay fallos en la ejecución, humedades, filtraciones. No es cierto que este edificio haya sido un éxito.

Para rematar: el Ayuntamiento obliga ahora a rehacer los enfoscados de las fachadas por no adecuarse a su carácter histórico. De nada sirvió encargar un Dictamen que estableció que el enfoscado era adecuado por ser...”italiano”. También obliga a rehacer el ático de la esquina de Santa Brígida por trasgredir el formato cóncavo del arranque.

Unas reformas que ha de pagar el COAM, o sea, los colegiados. Todo ello habiendo tenido las obras no solamente una Dirección Facultativa sino también un Gerente - designado sin concurso – precisamente para evitar que se cometieran errores como éste.

Ya es demasiado. procoam pide que se pongan las cartas boca arriba, se cuente a los colegiados la verdad de este edificio y se exijan responsabilidades a quienes las tengan, sean o no sean amigos de la Junta de Gobierno.