LA SOLVENCIA DE LOS POLÍTICOS.
Hemos escrito que los concursos públicos son una importante
fuente de trabajo para los arquitectos.
La crisis tuvo como consecuencia práctica una paralización en la construcción. No se convocaban licitaciones de servicios técnicos de arquitectos y la promoción privada se ralentizó.
Últimamente se comienzan a convocar concursos; sin embargo, las condiciones de solvencia técnica requerida dejan fuera de juego a gran parte del colectivo.
La crisis tuvo como consecuencia práctica una paralización en la construcción. No se convocaban licitaciones de servicios técnicos de arquitectos y la promoción privada se ralentizó.
Últimamente se comienzan a convocar concursos; sin embargo, las condiciones de solvencia técnica requerida dejan fuera de juego a gran parte del colectivo.
Establecer como referencia técnica un horizonte temporal a 3 o 5 años invalida nuestros currículos. Es
una opción irresponsable y no necesaria que establece la caducidad de la
experiencia de nuestro trabajo. La ley de Contratos del Estado ofrece
diferentes opciones para justificar la solvencia técnica.
Desde Procoam solicitamos
a la Junta de Gobierno que realice las gestiones necesarias para sensibilizar a
los gestores públicos de este atropello a la profesión y por ende a la
construcción de la ciudad. Estas gestiones se deben realizar con anterioridad a
las convocatorias. Debemos anticiparnos a este desmán.
En este contexto nos preguntamos:
En este contexto nos preguntamos:
¿Qué solvencia técnica tienen los gestores públicos que
avalan unos pliegos que desestiman la experiencia del colectivo? ¿Cómo avalan
su solvencia técnica los responsables políticos? ¿Porqué exigen solvencias
acreditadas por realizaciones durante períodos en los que las administraciones
dejaron de promover edificios a causa de la crisis?