¿Quién pagará por esto? ¿Los de siempre?

Generalmente reclamamos sólo responsabilidades políticas cuando se producen desmanes en la ordenación urbánistica y no median cohechos, corrupción o especulación. Muchos años antes del boom inmobiliario, el sentido común apuntaba a responsabilidades penales al contemplar cómo se permitió que comenzara a desfigurarse Ávila, incluso aunque no se produjera lucro. El sistema judicial español no ayudó evidentemente a parar esos crímenes urbanísticos. Creemos vivir en un estado garantista de nuestros derechos, pero es un espejismo que se desvaneció violentamente al estallar la burbuja.

Jesús Encinar, el fundador de idealista.com, muestra en este vídeo algunos despojos del urbanicidio.

Y, cuando el sistema fallaba, ...¿dónde estaban nuestros Colegios profesionales? ¿No tenemos un compromiso legal y ético con la sociedad?

Antes de emigrar de Madrid...

Las fuentes de trabajo están hoy en muchos sitios pero no sabemos cómo acceder a ellas. El Área internacional del colegio tiene que multiplicar su actividad práctica, no solamente la de difusión de algunas selectas arquitecturas madrileñas: facilitar los trámites para obtener el derecho al ejercicio profesional en diferentes países; emitir certificados y otra documentación en diferentes lenguas, incluso las españolas; realizar convenios con organismos públicos o privados extranjeros o internacionales para que se contraten los servicios o se emplee a arquitectos madrileños; enlazar nuestra bolsa de trabajo con las de otros países...

¿No nos ha globalizado la tecnología? Pues debe ser que vamos en un tren de carbón que nos cuesta mucho mantener y que, a este paso, quedará en una vía muerta.

Equidad en las administraciones públicas

¿Por qué muchos piensan que los concursos están “dados”, que hay que cuidarse de que el municipal no te pise el cliente, que la rapidez en la concesión de una licencia depende de tus amistades en los servicios técnicos...?

¿Por qué para concursar a un Centro de Salud te piden que hayas ejecutado cuatro en el último año?  ¿Por qué necesitas tener contratado un seguro altísimo cuando desconoces si eres el adjudicatario?  ¿Por qué puntúa reducir los plazos de redacción de un proyecto cuando los expedientes duermen meses en los cajones de la Administración?

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COAM: sálvese quien pueda

Desde su fundación hasta diciembre de 2010, el colegio se había sostenido mediante la cuota fija y también mediante aportaciones proporcionales a los ingresos. Algo que ha ayudado a muchos, sobre todo a los más jóvenes, a disfrutar de unos servicios que no se podían permitir por sí mismos. Pero la última Junta de Representantes ha liquidado la segunda forma de aportación aprobando unos Presupuestos para 2011 donde esa forma desaparece por completo, instaurando así el “colegio insolidario” y el sálvese quien pueda. Esa tropelía se puede rectificar si somos suficientemente fuertes en la Junta.

Círculos viciosos: COAM para unos pocos

Si las cuotas siguen subiendo, las derramas reproduciéndose y los servicios encareciéndose, más compañeros se 'descolegiarán'.  Entonces, las cuotas deberán volver a subir, las derramas volver a producirse y los servicios volver a encarecerse para cubrir los costes colegiales entre cada vez menos colegiados. Así, hasta que el círculo vicioso reduzca el COAM a un club de unos pocos afortunados y, siendo la colegiación obligatoria, unos pocos ejercientes.

Transparencia en el COAM

¿Por qué no sabes cuánto cobra el Decano del COAM y el resto de los cargos?  ¿A quién se contratan servicios externos y cómo se elige a quien trabaja en el Colegio y la Fundación? ¿Cuántos empleados tiene el colegio?, ¿en qué trabajan?, ¿cuánto cuesta un ERE?

Son demasiados secretos para tratarse de una institución que nos pertenece. El colegio tiene que ser esa caja de cristal a la que muchos arquitectos somos aficionados. Ninguna pregunta ha de quedar sin respuesta.

A los abstencionistas

Solo un 20% de los colegiados vota habitualmente en las elecciones del COAM. El 80% restante disfruta de las buenas decisiones y padece las malas, pero sin opinar. ¿Te imaginas que algo así sucediera en las Elecciones Generales? 

 Habitualmente se cree que lo que haga el COAM no importa; pero esta vez, más que en otras, no es así. Cientos de compañeros están abandonando la institución y la profesión que habían elegido. No seas uno de ellos por culpa de quienes dirigen mal tu Colegio si puedes evitarlo.

¿Y los que no somos arquitectos...?

Toda iniciativa que tienda a dignificar las profesiones me parece estupenda, pero me gustaría creer que vuestras propuestas van a afectar realmente a ciudadanos corrientes y molientes como yo. ¿Van a mejorar el servicio que prestan los arquitectos a los particulares?, ¿van a abaratar los costes en un mercado supuestamente libre?, ¿van a evitar los trapicheos de las administraciones, que conceden licencias para irse cargando el aspecto y la 'personalidad' de las ciudades?, ¿van, en definitiva, a situar organizaciones gremiales decimonónicas en el siglo XXI? Las intenciones programáticas siempre son buenas, pero -termino con otra pregunta- ¿cuántos arquitectos están dispuestos a cambiar de verdad ese estado de cosas? Suerte.

¿Qué nos mueve?

Los arquitectos madrileños contemplamos con preocupación nuestra situación actual, y con incertidumbre el futuro. No nos faltan datos objetivos: descenso de trabajo, retrasos en los cobros, competencia creciente, intrusismo, aumento de costes de los seguros y del propio Colegio, honorarios que bajan; y cada vez menos oportunidades para los que empiezan, como asalariados o por cuenta propia.

En esta situación, ¿es el COAM una ayuda, es indiferente o es una rémora? Para los cientos  de compañeros que lo han abandonado en los últimos meses tras la subida de cuotas, era a la vez un lastre y algo imposible de sufragar. Muchos de los que nos mantenemos colegiados también lo vemos así: el COAM parece tener como único objetivo mantenerse aún a costa de los arquitectos, para quienes debería ser un instrumento de servicio.