15.7.14

EL DESCONFIABLE "VOTO POR CORREO”.

Los Estatutos del COAM favorecen la participación en las elecciones permitiendo el voto por correo. Así, todos los que no pueden ir al Colegio en la jornada electoral, pueden enviar su voto de forma postal a una notaría o llevarlo personalmente a la misma.

Hasta aquí todo estaría muy bien.

Los problemas aparecen cuando nos enteramos de que el voto por correo ha llegado a alcanzar en nuestras elecciones el 40% del total de emitidos. Algo que en cualquier sitio daría pié a una inmediata investigación, cuando no impugnación; y que, de hecho, ya ha dado pié a ello en alguna ocasión.
Vaya como referencia que el voto por correo en las elecciones a Congreso, Comunidades o Ayuntamientos ronda el 3% del total de votos emitidos. Y que cifras superiores suelen ser inmediato motivo de impugnación del resultado.

En las elecciones de 2013, de un total de 1.390 votos emitidos, 559 – el 40% - lo fueron “por correo”.
De estos, 293 se enviaron efectivamente por correo a la notaría; uno se llevó a la misma de forma personal; uno se depositó en su buzón; y 264 - el 40% - se llevaron a la notaría por empresas de mensajería.

Los votos enviados por mensajeros no llegan a la notaría de uno en uno: la media de envíos realizados a través de mensajería es aproximadamente de 15 votos.
No encontramos a este hecho más explicación que la siguiente: alguien se encarga de enviar un mensajero a recoger los votos de colegiados en sus casas o estudios; y el mensajero, una vez que ha recogido una cierta cantidad, los lleva al notario.

procoam considera que este sistema es una burla al voto por correo que prevén los Estatutos, porque el voto es algo personal e intransferible. Estamos frente a una delegación de hecho del voto y la consideramos inaceptable.

Por ello pedimos formalmente a la Junta de Gobierno del COAM que garantice el carácter estrictamente personal de la emisión del voto. Dispone para ello de los medios que los Estatutos COAM le brindan.


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