5.1.13

PARA EL DEBATE 2 - LOS PROBLEMAS ACTUALES DEL COAM

LOS ACTUALES PROBLEMAS DEL COAM.
El COAM está actualmente gobernado por la coalición Reset Coam y Asociación de Arquitectos, que también tiene mayoría en la Junta de Representantes. La Junta de Representantes es un órgano de 100 miembros electos más 13 natos: los miembros de la Junta de Gobierno. La anterior Junta de Gobierno estuvo a cargo de la mayoría de Coam Activo, hoy principal grupo de la oposición. Los otros dos grupos presentes en la Junta de Representantes son Otra Cosa y procoam, nuestro grupo.
Los problemas del Colegio derivan de la crisis económica, pero también de errores en las decisiones y la gestión de las Juntas pasadas y las actuales. Y se agravan con las políticas de “Refundación” que se vienen practicando y que en realidad conducen a la destrucción del Colegio.

1.- LA DESCOLEGIACIÓN.
Los arquitectos abandonan el Colegio porque no tienen trabajo y porque les resulta demasiado caro pagar las cuotas. Cuantos menos somos – y ya somos muy pocos - más altas tienen que ser las cuotas; así hasta que el COAM acabe siendo un club de privilegiados.
Nuestro grupo quiere evitar la descolegiación reduciendo la Cuota Ordinaria y compensándola con una Cuota proporcional a las diferentes capacidades económicas o niveles de actividad; o sea, volver a la forma tradicional de sostener al COAM desde su creación hasta hace 3 años. También propone fijar períodos de carencia en el pago de las cuotas para quienes no tienen ingresos y conseguir el cumplimiento de la obligación de colegiación por quienes teniéndola, no lo hacen.

2.- LA REFUNDACIÓN O LA DESTRUCCIÓN DEL COAM.
Está en curso de ejecución un proyecto que conduce al fin del Colegio transformándolo en un vendedor de servicios al colegiado considerado como cliente cautivo. Es el Colegio Empresa: quien no pueda pagar se quedará fuera parcial o totalmente. Pero si el negocio va mal los gestores no perderán como un empresario cualquiera: resolverán sus problemas mediante una derrama o cuota extraordinaria contra los colegiados y seguirán disfrutando de su cómoda posición. Este proyecto es compartido, salvando matices, por todos los grupos menos procoam.
La Refundación pretende consagrar un modelo en el que quien usa, paga. Se propone por ejemplo que la Fundación COAM sea económicamente autosuficiente: ¿cómo podrían serlo la Biblioteca, el Servicio Histórico, la Revista, las exposiciones? El CAT, nuestro excelente servicio de Asesoramiento Técnico, también se volverá de pago; de hecho ya se lo ha disuelto funcionalmente. Otro tanto se quiere hacer con la oficina de Concursos, las asesorías jurídica y fiscal, etc.
¿Alguien cree que estos servicios seguirán existiendo? La respuesta es no, porque la mayoría, que es la que más los necesita, no está en condiciones de pagarlos.
Contra esa falaz Refundación nuestro grupo defiende un colegio de todos y para todos con el mantenimiento de los servicios gratuitos o baratos y universales y la plenitud de derechos para todos los colegiados. No apoyamos formas de colegiación de primera y de segunda; en cambio propugnamos la eficacia, la austeridad, la eliminación del derroche, la responsabilidad y la solidaridad.

3.- LA NUEVA SEDE DE HORTALEZA.
En la época del visado telemático y con la crisis en ciernes se decidió la construcción de un Palacio de los Arquitectos cuya superficie excede de largo nuestras necesidades. El canje de Barquillo por Hortaleza iba a ser de costo cero, pero el COAM ya está endeudado en 15.000.000 euros, gran parte de ellos a causa de las obras. Esa deuda ha de pagarse del bolsillo de los colegiados. No impugnamos una decisión – a nuestro parecer totalmente errada – porque fue democráticamente adoptada. Pero creemos que se deben dejar ciertas cuestiones en claro:
- El edificio presenta inadecuaciones de proyecto y deficiencias de ejecución. Deben ponerse de manifiesto y plantear las medidas correctoras o paliativas. Quienes tienen responsabilidad sobre ellas han de asumirlas.
- El uso del edificio es dotacional, en la sede del Colegio oficial de Arquitectos de Madrid. El solapado cambio de uso (mercadillos de ropa de temporada, eventos variopintos como la exposición de los muertos vivientes, presentaciones comerciales, etc.) es una trasgresión al compromiso adquirido y perjudican la imagen de la institución.
- Deben redoblarse los esfuerzos para incluir en los espacios sobrantes a inquilinos conformes a la finalidad del complejo y así aliviar la carga económica que pesa sobre los colegiados.

4.- LA PLANTILLA Y LOS ERES.
La crisis ha vuelto imposible sostener una plantilla como la actual: es desgraciadamente necesario prescindir de una parte de ella. Pero al igual que en el caso anterior puntualizamos:
- Debe explicarse a quién se despide y porqué. A las decisiones funcionales han de añadirse las de oportunidad económica y se han de evitar criterios de amiguismo, afinidad de cualquier tipo, capricho o improvisación.
- En paralelo con la falta de transparencia y el ocultismo se difunde por “quienes saben” que las pasadas Juntas de Gobierno realizaron malas prácticas en la contratación: exceso innecesario de plantilla, sobre sueldos selectivos por afinidad de grupo o personal. bonificaciones y blindajes contractuales, jubilaciones anticipadas, pensiones vitalicias, etc. Todo ello con cargo al colegiado. Estas malas prácticas – si han existido - deben conocerse para que se sepa quienes son responsables de ellas y para no repetirlas en el futuro.
- No tiene sentido despedir y volver a contratar. La reducción de la plantilla no debe ser el medio para hacer un mero cambio de personas sino para racionalizarla, adecuarla a los fines colegiales y volverla más asumible económicamente.

5.- EL DERROCHE.
A pesar de la grave crisis se siguen realizando gastos innecesarios. Un ejemplo de ellos es el estudio de la situación del Colegio y de la profesión encargado por la Junta de Gobierno a una empresa consultora y que ha costado la friolera de 90.000 euros para decirnos lo que todos sabemos: que las cosas van mal. Hay que hacer notar que ese estudio no ha sido siquiera difundido entre los colegiados, que son quienes lo han pagado.
Los gastos del COAM tienen que ajustarse mientras la crisis perdure a una economía austera, prácticamente de guerra, tal como los de los colegiados lo hemos hecho. Y siempre han de ser moderados. Entre las reducciones debe incluirse la de las retribuciones de los miembros de los diferentes órganos colegiales.

6.- SERVIRSE DEL COLEGIO EN VEZ DE SERVIRLO.
Hay que evitar la formación de grupos oportunistas que se sirven del Colegio en vez de servirlo.
El COAM tiene que regirse por una norma clara y simple en relación con sus contrataciones de servicios, personal, adjudicaciones en concursos, premios, etc. Esta norma consiste en que ni quienes tienen la responsabilidad de adjudicar ni sus allegados puedan encontrarse entre los adjudicatarios.

7.- FALTA DE TRANSPARENCIA Y NINGUNEO DE LA JUNTA DE REPRESENTANTES.
La Junta de Representantes viene desde hace tiempo haciendo dejación de sus responsabilidades a través de la firma de cheques en blanco a la Junta de Gobierno. Así, por ejemplo, ha autorizado a esta para que endeude al Colegio por casi 3 millones de euros más, de los que se desconoce el destino y las condiciones del préstamo; o a que firme un convenio para la explotación del aparcamiento del COAM durante 40 años sin siquiera conocer su contenido ni al adjudicatario. Se trata de un vaciamiento por dentro de la democracia colegial. En diciembre pasado se hubieron de desconvocar dos Juntas de Representantes; el motivo es que fueron impugnadas por defectos en las convocatorias. Estos defectos consistieron en no suministrar en plazo a los representantes la documentación referida a los asuntos que se iban a tratar en ellas. Esta modalidad de incumplimiento es ya una verdadera norma por parte de la Junta de Gobierno en su ninguneo sistemático de la Junta de Representantes.
Respetar los Estatutos y Reglamentos del COAM es la norma número uno del funcionamiento democrático. Deben abandonarse los intentos de sustituirlo por un gerenciamiento empresarial – irresponsable - en manos de la Junta de Gobierno.

7.- LA VIABILIDAD ECONÓMICA DEL COAM.
Vivimos un momento trascendental: nada garantiza que el COAM sea viable. Actualmente carga con una deuda de 15.000.000 euros pero no es capaz de reducir sus gastos al tiempo que los ingresos siguen cayendo.
Es necesario abrir a los colegiados y a sus representantes la totalidad de la información económica sin reticencias ni opacidad; y a partir de ella, formular un Plan de Viabilidad Económica aprobado con el mayor acuerdo posible en una Junta General.
Nuestro grupo cree que las palancas estratégicas para el saneamiento del COAM son:
- Por el lado del gasto: ajustar las superficies de oficinas de que disponemos a nuestras necesidades; rentabilizar eficazmente el resto de ellas a través de usos adecuados; ajustar la plantilla a las necesidades de funcionamiento; buscar la eficacia en todas las actividades reduciendo costos; reducir las retribuciones de los cargos colegiales; evitar los gastos innecesarios. Al tiempo, mantener los servicios universales baratos o gratuitos para todos los colegiados.
- Por el lado de los ingresos: conseguir que obligatoriedad de la colegiación sea un hecho, facilitar la permanencia de los colegiados reduciendo las cuotas ordinarias y solicitar un mayor esfuerzo por parte de quienes más pueden a través de una cuota variable.
Nada de esto es fácil de conseguir, pero se puede. Destruir el COAM en cambio es fácil, pero luego lo echaremos de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario